Había que verla porque marcó un antes y un después en la década de los 80 pero, vaya por delante, que películas de robots, seres creados por hombres, inteligencia artificial... no son santo de mi devoción.
La historia se sitúa a principios del siglo XXI. A los humanos se les va la mano creando Nexus-6, unas réplicas del ser humano más inteligentes y ágiles, que se rebelan contra sus creadores a pesar de estar diseñados para explorar el espacio y galaxias lejanas. Entonces, los brigadas especiales -entre los que se encuentra Harrison Ford- tienen como misión liquidar a los nexus.
Hay que reconocer que el ambiente está muy conseguido. No obstante, en mi modesta opinión, es una atmósfera tan recargada que llega a agobiar al espectador con tanto humo, focos de luz, oscuridad... Hasta el propio Harrison Ford estuvo de mal humor durante todo el rodaje, debido a este contexto.
Si hay que rescatar algo -a parte de lo bien hecho que está todo, con Ridley Scott a la dirección-, me quedo con la evolución psicológica que sufre Harrison Ford conforme se va cargando a los replicantes, hasta darse cuenta que también son personas y tienen sus sentimientos.
En definitiva, no es una película llana de ciencia-ficción. Tiene cosas, pero supongo que habrá que admirar más el género para que el film te enganche. Nos quedamos, cómo no, con la despedida ya mítica de uno de los nexus: 'He visto cosas que vosotros no creeriais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir...'
La historia se sitúa a principios del siglo XXI. A los humanos se les va la mano creando Nexus-6, unas réplicas del ser humano más inteligentes y ágiles, que se rebelan contra sus creadores a pesar de estar diseñados para explorar el espacio y galaxias lejanas. Entonces, los brigadas especiales -entre los que se encuentra Harrison Ford- tienen como misión liquidar a los nexus.
Hay que reconocer que el ambiente está muy conseguido. No obstante, en mi modesta opinión, es una atmósfera tan recargada que llega a agobiar al espectador con tanto humo, focos de luz, oscuridad... Hasta el propio Harrison Ford estuvo de mal humor durante todo el rodaje, debido a este contexto.
Si hay que rescatar algo -a parte de lo bien hecho que está todo, con Ridley Scott a la dirección-, me quedo con la evolución psicológica que sufre Harrison Ford conforme se va cargando a los replicantes, hasta darse cuenta que también son personas y tienen sus sentimientos.
En definitiva, no es una película llana de ciencia-ficción. Tiene cosas, pero supongo que habrá que admirar más el género para que el film te enganche. Nos quedamos, cómo no, con la despedida ya mítica de uno de los nexus: 'He visto cosas que vosotros no creeriais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir...'