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18.4.08

La ira de Montalvo (2008)
Un homenaje a los clásicos

Como muchos de vosotros ya sabéis, estos días anduvimos inmersos en la realización de un cortometraje de corte clásico que, desde la Butaca Verde, nos complace presentar.

La ira de Montalvo es la historia de un gángster que traiciona a su familia.

8.4.08

Bailando con lobos (1990)
Traje militar, corazón indio

Es una grata experiencia volver a una película vista durante la infancia. Este caso fue especial porque apenas recordaba el argumento, si bien intuía lo que iba a ocurrir en algunos pasajes. Tan sólo recordaba el detalle del lobo ‘calcetines’, apodado así por el color blanco de sus patas.

Kevin Costner lo dio todo en este film. Y se nota. Rompió una lanza a favor de los indios, cuya imagen se diluía en estereotipos de westerns anteriores.

Aquí los indios no son malos. Ni bárbaros. Es más, se sitúan por encima de los militares supuestamente civilizados. Viven en armonía con la naturaleza y sólo emplean de ella lo que necesitan para sobrevivir. Evito comparaciones con la sociedad que nos tocó porque no es necesario (a las evidencias me remito).

El teniente John J. Dunbar (Kevin Costner), militar que llega a la solitaria frontera como vigilante, acaba intengrándose con ellos. Resulta interesante que el choque de costumbres de dos mundos opuestos acabe despertando los mismos sentimientos por ambos lados.
Hay mil aspectos a destacar en Bailando con lobos pero, si hay que elegir, me quedo con la armonía, la perfecta estructura donde todo entra donde y como debe: banda sonora, fotografía, personajes...

5.4.08

Big Fish (2003)
Realidad vs. Fantasía

La imaginación que emana de Big Fish parece no tener techo. Mil pequeñas historias se entremezclan bajo el argumento central. Desde una bruja con un ojo de cristal en el que se refleja la muerte de la persona que lo mira, hasta un inocente gigante que come personas para paliar su hambre, pasando por un presentador circense que intenta esconder su condición de licántropo y un poeta que termina convertido en atracador de bancos.


Tim Burton consigue generar el ya característico ambiente de fantasía de sus películas, con un colorido mágico y con cada escena plagada de sentimientos.

El argumento no deja de ser un cuento muy bien narrado. Un periodista acude a casa de su padre, que está al borde de la muerte, con el objetivo de conocer la historia de su vida. El hijo representa el ansia por conocer la realidad, mientras que el padre simboliza la fantasía. Al final, ambos mundos de fusionan para dar un magnífico resultado.

El mérito de Burton es que el universo de sus películas está ya tan consolidado que cualquiera puede identificarlas sin necesidad de saber previamente que él está detrás. Como anécdota, dejo un curioso cortometraje que el cineasta californiano realizó en 1982 como homenaje a Edgar Allan Poe.